Adios obligado, adios que obliga, dios no encaja en mi rutina.
Mi vida por una frase que defina la ira de la despedida.
Siento el papel rasgar mi piel es mi tortura,
ni siquiera sé decir las putas cosas a la cara,
no doy nada a nadie, cada mirada es en balde,
doy das da damos dais dan, limonada?
Yo quiero sangre.
Perdón por molestar tan tarde,
perdón, es un error pedir perdón, perron.
perdón queria decir perron, perdón es un error...
Perdón!
Ahora toca arrepentir y llorar en el baño,
llorar después de matar, me sigues?
Bien, pués luego, te haré daño.
En cuanto coja lo quiero me largo.
Tres partes, tres.
Primero luchar con uno mismo,
dos: sacar al demonio de la mente,
demente saltar al abismo,
sin cinismo,
de repente rebotas con otra oportunidad.
Tres, tercera parte, tres: auto-canibalismo.
Coprofagia posterior y lo disfruto en mi interior,
adios, desde el infierno mando un "krisma".
Adios y varias lágrimas adios marcado en mi retina,
adios que obliga desear mi destrucción es mi rutina,
yo como ladrón del montón,
ladrón de sueños hablo y no paro de hablar,
rey de la pista,
yo harto de mi,
yo solo y nunca yo:
asesinato egocentrista.
Yo de la mano del juez mas cruel aquel que rompe las vitrinas,
juez...
O aquel verdugo que al final entra en razón y se suicida.
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